Eran las 6 de la mañana del 24 de junio de 1987 cuando en el Hospital Italiano de Rosario, Argentina, Celia María Cuccittini daba a luz a su tercer hijo.
Se agrandaba la familia formada por el papá Jorge y los niños Rodrigo y Matías Messi. El nuevo integrante pesaba 3 kilos y medía 47 centímetros. Jorge y Celia lo llamarían Lionel Andrés.
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| Leo, aprendiendo a caminar. |
En esta casa, ubicada en el 525 de la calle Estado de Israel del barrio Las Heras, en Rosario, pasaría su infancia Leo y recibirían a Maria Sol, la hija menor de los Messi.
"Acá compramos el terrenito, comenzamos a edificar de a poco y nacieron nuestros cuatro hijos. Siempre volvemos a nuestro barrio rosarino porque en él nos conocemos con todos los vecinos. Aquí están las verdaderas raíces de la familia." decía Celia, la mamá.
De preescolar a séptimo grado, Leo estudió en la Escuela Número 66 General Las Heras, de Rosario. En los recreos, recuerdan sus maestras, ya asombraba con la pelota. "Lo que hace hoy con su equipo, ya lo hacía, más Pulga que nunca, en el patio del colegio", afirmaba su maestra de preescolar, Diana Ferretto. "Un chico alegre a pesar de su timidez. Era muy amiguero. En la canchita que continuaba al patio, era el lugar donde se veía más feliz"
En cuanto a las notas, Leo sobresalía en educación física: 10. Conducta: Muy Buena. Ninguna materia por debajo de seis, sin mucho esfuerzo pero sí con la dedicación de siempre, Lionel zafaba.
El fútbol...
Sería su abuela materna, Celia, la que lo llevaría por el camino que lo haría más exitoso en su vida, fue ella quien lo llevó por primera vez a una cancha y lo acompañaba a los partidos de la escuela Grandoni, donde también asistían Matías, Rodrigo y María Sol. Su abuela fallecería años después, pero Leo nunca olvida que gracias a ella se convirtió en lo que es ahora, por eso levanta los brazos y señala al cielo cada vez que anota un gol.
"Pienso mucho en ella, me hubiera gustado que estuviera en la cancha, viéndome disfrutar", contó Messi la noche del 27 de mayo de 2009, luego de conseguir su primera Champions League.
Mientras crecía, los vecinos eran testigos que Messi solo tenía una fijación: la pelota de fútbol. Y aseguran que desde muy chiquito se le veía hacer las genialidades que hace ahora en el Barcelona y la Selección: "Lo que Messi hace ahora lo ve todo el mundo. La Pulga hace en el fútbol profesional lo que hacía cuando jugaba en la puerta de su casa."
Su primer club
A los cinco años comenzó a practicar fútbol en el club Grandoli donde lo llevaba su abuela. En una ocasión, le hacía falta un jugador al equipo y la abuela Celia le sugirió al entrenador Salvador Aparicio que metiera a Messi, éste dijo que era muy pequeño para entrar, pero la abuela insistió y así le dieron su primera oportunidad. "Agarró, la paró, y salió gambeteando.. me quedé asombrado" contaba el que fuera su primer entrenador.
Messi, aun tan pequeño, ya daba muestras del talento especial que tenía y Enrique Domínguez, entrenador de las infantiles de Newell's en ese entonces, cuenta con orgullo:
"Ciento por ciento hábil, pero a la vez con mucho sacrificio. Era el que más corría. Aunque sus compañeros eran más altos que él, nunca se achicaba. ¿vio esos jugadores que intentan una pared, y le devuelven un cascote y la corren igual? Leo lo hacía."
"Un día ví al padre de Lio, Jorge, que vino al entrenamiento muy enojado,
-Me lo llevo, dijo.
-¿A dónde? Le pregunté
-Me lo llevo de Newell's, después te cuento...
(luego me contó que su obra social ya no le cubría el tratamiento de Leo y Newell's no se quiso hacer cargo)"
Luego de ganar todo con las inferiores de Newell's, Jorge Messi llevó a Leo a probar suerte en River Plate. Lionel pasó las pruebas y el club estaba con intenciones de ficharlo, pero le pidieron que se encargara de tramitar el papelerío del pase con Newell's y se frenó todo. Hasta que apareció el Barcelona en el camino de Lio Messi...
Leo no crecía, tenía déficit aislado y parcial de la hormona del crecimiento
Es un problema que se presenta en uno de cada 20 000 nacimientos. La hormona de crecimiento es fundamental para el desarrollo del físico. Si falta, ese desarrollo no se completa y se resiente, sobre todo en la altura.
Diego Schwarzstein, su endocrinólogo, fue quien estuvo a cargo del tratamiento de Messi en Rosario: "Al inicio del tratamiento, Leo medía 125 cm, se fue a Barcelona con 154 cm. Allí siguió su tratamiento a través de inyecciones que el mismo se aplicaba, más el refuerzo de suplementos y vitaminas."
"A Leo le preocupaba si iba a poder jugar en Primera con su estatura. Yo lo tranquilizaba y le decía que iba a ser más alto que Maradona. Hoy, Messi mide 1.69 m, vale decir, más que Diego."
Jorge, el padre más orgulloso.
Jorge Messi es un hombre sencillo y humilde, hay que ver cómo es Leo y saber que heredó esa personalidad de su padre, pero cuando habla de su hijo, se llena de orgullo y siempre sostiene: "su infancia fue normal, rodeado de chicos de su edad con los que se entretenía con los juegos clásicos, aunque el núcleo de su vida era su familia y la pelota."
" Siempre le gustó jugar a la pelota, siendo un nene todavía, lo veíamos jugar y ya nos dábamos cuenta de que tenía algo especial. Pero en este deporte, como en la vida, no se puede intuir lo que va a pasar: las cosas, a la larga, se dan o no"
"Es feliz jugando al fútbol; lo es también cuando está rodeado de sus seres queridos; y valora intensamente pequeños gestos de cariño, como cuando un chico le sonríe pidiéndole una foto o un autógrafo."
" En esencia, la vida de Lionel es normal, como la de cualquier chico. Disfruta de sucesos extraordinarios, claro, pero tambien sufre como cualquier ser humano. Tiene muchos sueños por cumplir, pero siempre resalta su gran deseo: ganar un Mundial".
Hoy, Leo está cumpliendo apenas 25 años. La vida le quedará corta para lograr todo lo que el destino le tiene guardado; somos testigos de su talento especial y sabemos que aún le quedan muchas cosas por ganar, todos sus sueños y los deseos de su corazón se le darán porque nació para esto. Para ser grande, el más grande. ¡Feliz cumple, Leo!
Fuente: Taringa, Clarín.
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